VARIOS PATRIMONIOS INTANGIBLES DEL MUNICIPIO PAZ CASTILLO
EL CARNAVAL DE ANTAÑO
LA BURRIQUITA
Consecuentes lectores, con la máquina de escribir y su
teclado, cual pinceles, voy a brindarles una obra pictórica que nos traerá
reminiscencias del carnaval de antaño.
Rafael Coronel (otro cultor
de La Burriquita) 1950 al 60
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Que tiempos aquellos, recuerdo las
anécdotas de mi amigo Roque Romero, patrimonio cultural viviente, cuando
menciona a personajes como Salustriano Muro.
Dicho señor realizaba trabajos de soldadura sobre latón, lámparas de
carburo, ollas viejas, arreglaba máquinas de escribir y de coser, como también,
relojes de la época (década del 1940). También
se destacó por tocar muy bien el instrumento musical llamado bandolina,
en Carnaval se disfrazaba personificando a “La Burriquita”, recorría
toda la población en compañía de otros amigos ya fallecidos, como Eugenio
Álvarez “Chacho”, Luciano Aldana “Lucianote”, este último tocaba el
cuatro. Rafael Coronel, también vistió de
“Burriquita”. Nuestro recordado “Muro”
falleció en la actual casa de la familia de José Acevedo, frente a la casa de la familia de
Dionisio González, calle Dr. Francisco Espejo.
Allí existió una vieja casa donde este personaje tenía una pieza alquilada
por Bs. 5,00 mensuales y allí se dedicaba a las reparaciones antes
mencionadas... Otro personaje que bailó “La Burriquita” fue mi amigo Yiyo
Mejías, quien también cultivaba el canto en épocas de aguinaldos decembrinos...
Hoy día se conserva la tradición de este baile folklórico a través de la Sra.
Amada de Yépez, excelente folklorista, Directora del Grupo de Danzas
Infantiles “Las Estrellitas”, de
vieja raigambre en el pueblo, también participa en Danzas del Grupo Docente,
dependiente del Distrito Escolar N° 3, con sede en Ocumare del Tuy. Este baile es una estampa criolla, la cual se
constituye por la figura de una burra, una cabeza de trapo con sus riendas, el
pescuezo, un redondel con un aro bien adornado, terminado en cola. Con destrezas de buen bailarín el personaje
se mueve hacia los lados, hacia delante, hacia atrás, da brincos, rebuzna, hace
nuevas figuras, todo con gran originalidad... Se recuerdan los acordes de la
música tuyera, conocida como “pata e perro”, el cuatro de Eloy Pérez y Pedro
García “Cancamo”, con las maracas. Todos
salían recorriendo las calles del pueblo, las familias le amarraban en la punta
de un pañuelo, que ellos ofrecían, premiándoles con sendas monedas, de cuando
en cuando la burra descansaba y se tomaba alguna bebida espirituosa (léase lava
gallo o caña clara). Todo esto ocurría
el martes de carnaval.
Baile de “La Burriquita”,
con Amada de Yépez
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Otro hermoso recuerdo de los
carnavales de entonces eran las famosas fiestas de la calle en las décadas de
1950 y 60 las fiestas carnestolendas eran muy concurridas y tenían como centro
la Plaza Bolívar, se veían disfraces de diablos, encapuchados, negritas y
mamarrachos, los cuales debían mostrar sus caras en la prefectura que se
encontraba donde hoy funciona la Alcaldía y Concejo Municipal. Salían muchas comparsas y las juntas
Carnestolendas organizaban concursos de disfraces, elección de la reina y
tocaban famosas orquestas... El martes de carnaval se despedían con
lanzamientos de talcos, había uno llamado “sonrisa” y un perfume de nombre
“pachulí” con un olor poco agradable. De Las Adjuntas solía venir Eustacio Velásquez
“Cara e’ león” trabaja en la Línea Los Humildes, disfrazado de gorila,
acompañado de unos cazadores y le encantaba asustar a los niños, por donde
pasaban se formaba una gran algarabía... No puedo olvidar a mi padre Ramón
disfrazado de “bebé”, dentro de un coche y con un tetero (lleno de ron o
guarapita), acompañado de Rafael Coronel, Naldo González “perolera”, Augusto
Ilarraza, Valentín Lombano y otros amigos de la época. Y otras no menos famosas son las del Club
Social “Santa Lucía”, (en su época de oro, décadas de 1950–1960), donde sus
reinas de Carnaval y Damas de Honor se confundían con las fiestas populares.
Las más extraordinarias orquestas visitaron al pueblo luciteño, recordando a la
Billos, Los Melódicos, Sand Souci, Porfi Jiménez, Luis Alfonso Larrain,
las orquestas Gardenia y San Juan del Maestro Marcos Correa. También es de grata memoria los bailes de carnaval promovidos en la antigua Casa de U.R.D,
con la Orquesta American Boys, actuando Jesús Rodríguez Blanco “Bachaco”, los
hermanos Jesús y Gregorio Rojas Figueroa, Luis Echezuria “Pepegüespere”, Obel
Duarte, Wenceslao Vaamonde, Julio González (trecista), Miguel Herrera
“Chiripita” (bongoncista y cantante), Desiderio Machado “Merecure”, Pedro José
Aramburu “La Voz de la Colina”.
Recordamos, que en épocas pasadas en
el Martes de Carnaval algunos grupos formaban comparsas y se premiaban a las
mejores. Otra anécdota consiste en que
los participantes disfrazados tenían que identificarse previamente ante la
Prefectura. Este último día de Carnaval
había guerra de talcos y perfumes entre los asistentes a la Plaza Bolívar. Algunos sacaban una urna de cartón con la
cual representaban la despedida hasta el año siguiente.
En estos nuevos carnavales (año
2000) relanzaron las orquestas “EPA”, dirigida por Nelson Ruiz, un especial
recuerdo para el popular “Requemao” q.e.p.d. y “American Boys”, dirigida por mi
hijo Juan Luis Ávila Barrios, de la estirpe musical del recordado Don Arturo
Barrios. Vimos un hermoso desfile de
carrozas y comparsas, con participación de las escuelas y fuerzas vivas de la
población.
Que les parece amigos, cuantos
recuerdos, cuentas anécdotas. Dicen “que
recordar es vivir”. Gracias a Dios por
la vida y que les brinde muchas pinceladas de paz, armonía y felicidad.
A la izquierda Nirma Pérez, a
la derecha Ricardo Fernández
“Piroco” y las célebres “Negritas” década de 1.960
al 70.
LA BURRIQUITA
Que tiempos aquellos, recuerdo las anécdotas de mi amigo
Roque Romero, patrimonio cultural luciteño, cuando menciona a personajes como
Salustriano Muro. Dicho señor realizaba trabajos de soldadura sobre latón, lámparas
de carburo, ollas viejas, arreglaba máquinas de escribir y de coser, como
también, relojes de la época (década del 1940). También se destacó por tocar
muy bien el instrumento musical llamado bandolina, en Carnaval se disfrazaba
personificando a “La Burriquita”, recorría toda la población en compañía de
otros amigos ya fallecidos, como Eugenio Álvarez “Chacho”, Luciano Aldana
“Lucianote”, este último tocaba el cuatro. Rafael Coronel, también vistió de
“Burriquita”. Nuestro recordado “Muro” falleció al lado de la casa de familia
de Don Pedro Beltrán, sector Cloripón. Allí existió una vieja casa donde este
personaje tenía una pieza alquilada por Bs. 5,00 mensuales y allí se dedicaba a
las reparaciones antes mencionadas...
Pedro García “Cáncamo”, con las maracas y Salustriano Muro al
cuatro
(Cultores de La Burriquita, año 1940 al 1950) Foto cortesía del Sr.
Carlos Liendo
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Otro personaje que bailó “La Burriquita” fue mi amigo Yiyo
Mejías, quien también cultivaba el canto en épocas de aguinaldos decembrinos...
Hoy día se conserva la tradición de este baile folklórico a través de la Sra.
Amada de Yépez, excelente folklorista, Directora del Grupo de Danzas Infantiles
“Las Estrellitas”, de vieja raigambre en el pueblo, también participa en Danzas
del Grupo Docente, dependiente del Distrito Escolar N° 3, con sede en Ocumare
del Tuy. Este baile es una estampa criolla, la cual se constituye por la fi
gura de una burra, una cabeza de trapo con sus riendas, el pescuezo, un
redondel con un aro bien adornado, terminado en cola. Con destrezas de buen
bailarín el personaje se mueve hacia los lados, hacia delante, hacia atrás, da
brincos, rebuzna, hace nuevas figuras, todo con gran originalidad... Se
recuerdan los acordes de la música tuyera, conocida como “pata e perro”, el
cuatro de Eloy Pérez y Pedro García “Cáncamo”, con las maracas. Todos salían
recorriendo las calles del pueblo, las familias le amarraban en la punta de un
pañuelo, que ellos ofrecían, premiándoles con sendas monedas, de cuando en
cuando la burra descansaba y se tomaba alguna bebida espirituosa (léase lava
gallo o caña clara). Todo esto ocurría el martes de carnaval.
Amada de Yepes Patrimonio Cultural Viviente |
Por la tarde, los feligreses
colmaban el templo, reflexionando LAS SIETE PALABRAS del Padre Romero San Juan
o del Padre José María Pantoja (1945).
Se
recuerda, que los pasos de los santos, tenían cada uno su responsable y era una
condición indispensable que cada santo pasara en su ruta de recorrido por la
casa de familia del dueño del paso... Rememoramos el recorrido de las
insignias, traídas por niñas vestidas de blanco, la sociedad de María y Santa
Teresita. La Virgen Dolorosa esperaba a
Jesús en el Sepulcro en la esquina noreste de la Plaza Bolívar, diagonal al Bar
El Luciteño del Sr. Abel Franquiz, su madre compungida de dolor le hacía su
venia, dándole la bendición a su hijo... Por la noche, salía EL PASO DEL
SEPULCRO, con la Dolorosa, San Juan, La Magdalena y Los Tres Apóstoles... Ya
había pasado el miércoles santo con Jesús El Nazareno, encargado Don Arturo
Fernández y flia., durante muchos años, inclusive le tienen un local dedicado a
su resguardo y devoción en la calle Miranda.
Es
de recordar la célebre “MATRACA”, como el jueves y viernes se consideraban los
días más grandes y se estaba de luto, no se podrían hacer ruidos fuertes, como
campanas o música estridente, entonces se hacían los toques para avisar los
oficios religiosos o la procesión con unas tablas, con aldabas, que al darles
movimiento rotatorio producían un ruido seco, por el que la gente se enteraba y
decían “ya dieron primero, o ya dieron último”... Todos los pasos eran muy
concurridos y los feligreses acudían con mucha devoción, cada dos esquinas la
banda tocaba música sacra, dicho sea de paso, Don Arturo Barrios compuso muchas partituras
sagradas... Dios te Salve, Bendita sea tu Pureza, El Sepulcro, La Dolorosa; y
recordamos con especial sentimiento, cuando a las 3:00p.m. de la tarde,
trayendo el Santo Sepulcro desde El Calvario, sonaban los acordes del Popule
Meus, autoría de José Ángel Lamas.
El Santo Sepulcro baja de El Calvario
vía Tun Tun con la Sociedad
Virgen María
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Otra
costumbre era la de comer carne de lapa con hallaquitas, resulta que la carne
era de chigüire... Las vendían los especialistas en parrilla Juan Orta “El de
la Ambulancia” o el Sr. Burgos, del Barrio
La Vega... Por otra parte en la radio y la televisión prevalecían la
música clásica y sacra; y las películas bíblicas o de la vida de Jesús...
Recordamos “El quiebre de cocos” o “echar cocos”... Y la venta del sabroso
majarete o manjarete, como también, las conservas de coco... Para la época de
los años 1950, rememoramos, que bajo el gobierno del Gral. Marcos Pérez
Jiménez, cuando habían incendios forestales, la Guardia Nacional sacaba a los
más jóvenes de las procesiones para ir a apagar los incendios o fuegos de la
vegetación.
EN
LA SEMANA SANTA DE HOY... En contraste con la Semana Santa del ayer, donde se
contemplaba UN CRISTO MUERTO, por consiguiente la persona también se mostraba
muerto espiritualmente. En la de hoy se contempla UN CRISTO RESUCITADO, que
resucita en cada uno de nosotros... Las imágenes de Semana Santa en nuestro
pueblo datan de la época de la colonia... Jesús en El Huerto, Jesús en La
Columna, Humilde y Paciente, El Nazareno, La Dolorosa, Juan Evangelista, El
Cristo y El Santo Sepulcro, todas fueron reestructuradas con asesoría del
Párroco Padre Juan José Martínez y las especialistas Sra. Carmen Amalia G. de Díaz y Ángela Isabel G. de
Graterol, con gran amor y dedicación han dado un retoque especial, los cuales
nos devuelven el mensaje original, dándonos el sentido del sufrimiento, la
entrega que cada uno hizo por nosotros, sin exabruptos, una obra maravillosa,
digna del pueblo luciteño y sus visitantes. Las procesiones alrededor de la
Plaza Bolívar, en mesas con ruedas, guiadas por los feligreses, sin música
orquestal, sólo el rosario y cantos, a excepción del El Nazareno, lo siguen
llevando en hombros y sobre sus cabezas (rollos de tela) y tiene su banda
orquestal.
El Nazareno ...2004
(existe desde época de la colonia)
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Los
famosos sancochos y pesca de peces de agua dulce, ya pasaron a la historia, los
ríos Güaire y Siquire están altamente contaminados, con desechos tóxicos,
químicos peligrosos para la salud y heces fecales de aves y cerdos que los
vierten en la quebrada de Siquire... El Ferrocarril dejó de existir en 1954,
dando paso a los vehículos a gasolina y muchas vías carreteras y autopistas,
aunque actualmente se promueve un moderno ferrocarril, el cual se encuentra
lejos de su ruta original Caracas, Petare, Santa Lucía, Valles del Tuy. Muchos desechan la búsqueda de Dios a través
de otras cosas como la brujería y otros elementos, pero otros se centran en
Dios y sólo Dios, con Él todo se puede, sin Él nada... Existe una feligresía
más consciente, que no se va masivamente de vacaciones, se queda en su pueblo,
viviendo el Misterio Pascual, no se queda con EL CRISTO MUERTO sino con EL
CRISTO RESUCITADO, que convierten y trasfiguran al hombre y mujer nuevos,
ayudando a construir su cielo desde la propia tierra... El Sábado de Gloria, en
estos últimos años, hemos presenciado el factor de resurrección de Jesús en
forma grandielocuente, donde cristianos del pueblo han dado a través de su
actuación por medio del teatro, las luces, música y pintura, escenas
maravillosas, altamente emotivas que nos han hecho vivir momentos inolvidables.
Sábado de Gloria
Óleo de Cristo Resucitado
Año 2005
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El Velorio de Cruz de Mayo
El día central es el 03 de mayo de cada año, durante el cual se realizan actos en honor a la Santísima
Cruz en distintas partes del país.
La Cruz (de vera) data del
año 1.800.
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Durante
estas fechas, cofradías y particulares preparan altares donde se coloca la cruz y se le ofrenda con flores, frutos y
cirios encendidos en agradecimiento por mantener la salud y la fertilidad.
En
Santa Lucía, desde tiempos inmemoriales las familias “visten sus cruces” con
papel de seda (o papel de papagayo) de diversos colores, las exponen en los hogares,
les rinden tributo y en ocasiones se pueden hacer exposición de cruces en la
sede de la Cruz de Mayo, como el caso del sector Tum Tum y El Calvario, barrios
de vieja tradición... Se ha organizado LA SOCIEDAD DE LOS DISCÍPULOS DE LA
SANTA CRUZ, a cargo de personas de la comunidad...
De tiempos antiquísimos se ha
desarrollado esta actividad, destacándose LA SANTA MISA, LA PROCESIÓN Y EL
VELORIO DE CRUZ. Este último se hace
acción de gracias, se hacen ofrendas de semillas,
flores, frutos, un Santo Rosario, luego acompañamiento de cantos de fulías y
décimas en búsqueda de la bendición del cultivo de las primeras cosechas del
agricultor local, esta actividad coincide con el anuncio de las lluvias de la
estación de invierno...
La
cruz más antigua del pueblo data desde el año 1.800, más de 200 años, en dicha
época comenzó la tradición de los velorios de Cruz de Mayo, no se hacían
procesiones sino rituales en honor a la Santísima Cruz. En el año 1.967 debido al deterioro producido
por el tiempo a la Cruz del Calvario, fue trasladada al cuido por parte del Sr.
Pastor Velásquez, quien la mantuvo en su hogar.
Al correr de los años, cuando la maestra Servida Luisa González
(q.e.p.d.), asume la Dirección de la Escuela Básica “José Manuel de los Ríos”,
propone al Sr. Pastor trasladar la cruz de vera al Plantel, donde permanece
actualmente. En el sitio donde estuvo la
cruz de El Calvario fue colocada una más grande, hecha de concreto, la cual
conocemos en la actualidad... Para el año 1.972, cuando se estaba observando
una pérdida de esta tradición y religiosidad popular, personas preocupadas de
la comunidad se deciden fundar la sociedad de los Discípulos de la Santa Cruz,
en esta etapa comienza la costumbre de venerar la cruz con cantos de fulías, vestir y sacar en procesión
el Sagrado Madero, haciendo un recorrido por las tres comunidades, El Hormiguero, Tun Tun y El Calvario...
Recordamos con mucho cariño a los socios Leonidas Sanabria, Cecilia de
Hernández, Germán Sanabria, Ana de López, Pastor Velásquez, Adriana Cardozo,
José Cisneros, quienes hacen un esfuerzo por continuar la tradición hoy día. Un recuerdo muy especial para los
folkloristas Carmen Rodríguez (q.e.p.d.), Ángel Ojeda, Félix Hernández, Manuel
Zurita, Juan Pablo Espinoza, María Díaz, María Scotte, Petra Alicia Sanabria,
Miguel Cisneros y Salomé Ovalles.
Cruz vestida
(Varias versiones)
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SIGNIFICADO
SOCIAL, El símbolo de la Cruz Cristiana coincide con las creencias indígenas en
las cuales está “El Madero Sagrado” que representa el árbol de la vida de las
flores y de las frutas, se rinde homenaje a
la naturaleza, se da la bienvenida a la que se espera sea una época de
buenas cosechas.
Los
creyentes manifiestan alegría ante la cruz como una manera simbólica de
desclavarle al Cristo el dolor de la crucifixión.
En las zonas urbanas, alejados de la
vocación agrícola, los velorios se han convertido en oportunidades para el
encuentro entre familiares y amigos, ratificando las identidades regionales de
origen... En la región central predomina la fulía que constituye una parte
cantada por hombres y mujeres en cuartetos octosílabos y otra parte recitados
por los decimistas de la región, quienes componen décimas y versos de
salutación a la cruz, generalmente se tocan la tambora, acompañados por la
charrasca y el cuatro.
San Juan Bautista
Fiesta que se celebra en
honor a San Juan “El Bautista”,
cuyo día principal es el 24 de junio.
Según
se narra a través de las generaciones pasadas, esta fiesta se origina en los
días de la época colonial, donde los amos (blancos criollos) dueños de las
haciendas cedían un día libre a los esclavos para festejar, lo hacían en honor
a este santo y cantaban al ritmo del tambor, con las raíces que habían traído
del Continente Africano, tomaban aguardiente, bailaban y dentro de los cantos
habían letras de protesta por el mal trato e injusticias a los que eran
sometidos. San Juan fue el que abrió el camino para la llegada de Nuestro Señor
Jesucristo, predicó y bautizó en el río Jordán a Jesús, la humanidad necesitaba
ese ejemplo divino... El 24 de junio los tamboreros, cantadores, bailadores,
promeseros y pueblo en general se apersonan con alegría sanjuanera, se
desbordan en la calle para gozar sanamente.
¿Cómo
se celebra en Santa Lucía?, Todos los
años se oficia una MISA SOLEMNE. La imagen del santo es SACADA EN PROCESIÓN
alrededor de la Plaza Bolívar del pueblo, acompañados con repiques de campana,
toques de tambores, estallidos de cohetes y hermosas mujeres con sus vistosas
faldas floreadas a combinación con sus blusas blancas... Hecho el recorrido el
santo es conducido de vuelta a la iglesia para finalizar la ceremonia
religiosa, se representa el simbolismo del bautizo con aguardiente para que
siga la fiesta popular “San Juan El Bautista” entra al templo y “Sanjuancito El
Parrandero” continua la fiesta.
Descripción
del San Juan Luciteño. La imagen de
San Juan fue elaborada hace más de 130 años por el Sr. Luis Alberto Espinoza,
por encargo de la madre del Sr. Eduardo Rodríguez (q.e.p.d.) quienes en épocas
anteriores organizaban la parranda. La imagen va colocada sobre una mesa cuyos
bordes están cubiertos de faralaos rojos y verdes, de menor altura que el de la
iglesia, tiene una bandera roja con una cinta verde y una capa combinada con
los mismos colores. El de la iglesia mide 90 cms, vestido con piel de cordero,
en la mano izquierda lleva un bastón largo que tiene cintas de color verde y
roja, lo acompaña una oveja junto a los pies. Fue traída esta imagen desde
París (Francia), data del año 1872, donada por el Presbítero Pedro Brochard
Leclair, Párroco de Santa Lucía para esa fecha. Al Sanjuancito se le baila y se
le canta al ritmo de los tambores, los promeseros son los encargados de
conducirlo sobre la cabeza durante el tiempo que dura la fiesta, hoy día pueden
ser hombres o mujeres... Los participantes danzan y gozan y tocan por devoción
en pago de alguna promesa cumplida, otros intervienen sencillamente por
diversión. Los parranderos recorren las calles y visitan las casas de los
promeseros, amigos y conocidos, entregando la bandera al cabeza de hogar, allí
se atiende y agasaja con bebidas o dinero en efectivo como contribución a la fiesta.
Los toques o sones de tambor más conocidos en el pueblo luciteño son: “El
Caminero”, “El Redondo”, “La Yinca”, “El Corozo” y la “Pica Pica”.
“Toloololé, tolololé, tolololá
como soy parrandero,
ninguno lo va a negar”.
Baile
de Tambor Tuyero. Se manifiesta de
varias formas... “El Caminero” lo entonan dos cantantes de adelante por turnos,
hombre y mujer y un coro les contesta ye, ye, ye, ye, ye, ye, ya... y se
tongonean al ritmo del tambor de dos o tres golpes; luego llega el momento y se
hace una rueda, parándose a “El Redondo”, las mujeres hacen fila de un lado y
los hombres del otro, entonces le toca al jefe de la parranda abrir el camino y
sale sombrero o pañuelo en mano doblando las rodillas y al compás del tambor e
invita a la primera mujer que al levantarse el vestido acosa al bailarín
ofreciéndole sus caderas como carnada de fuego para luego meterle una
zancadilla y continuar con el baile, una nueva pareja brinca al redondel, a
veces un hombre rueda por el suelo y la mujer lo ventila con su falda
mostrándole una vista de sus piernas. Continúa la contorsión al ritmo del
tambor y la mujer estrecha al hombre con el trasero... “Al que no lo tumba,
vuélvelo a tumbar”; pero este se sale porque es una trampa para echarlo a
rodar, lo cual constituye una gran alegría de los bailadores y emociona al
público que no baila pero acompaña la parranda durante el día y la noche en la
que se entregan una gran fiesta del folklore tuyero y mirandino... “La Pica
Pica”, consiste en simular que le cayó pica pica y se sacuden con fuerza hasta
caer al suelo, lo cual es celebrado con gran algarabía... Las parrandas, más
famosas que llenaron toda una época fueron:
En
La Vega: José María Rodríguez,
Eduardo Rodríguez, Tomasito Rodríguez, Eduardo Hernández, Luisito Rodríguez,
Tomás Rodríguez “Cuchillo”, Luis Lovera, Heliodoro Gómez, Baudilio Méndez,
Pilar Piñango, Dominga y Emiliana Sifontes, Zoa Hernández, Luciana Hernández de
Ojeda, Blascina Pereira, Catalina Hernández, María Scott, Federico Palacios
“Pata e Mono”, Maximina e Irene Méndez, José Cisneros y Rafaela Ojeda.
En
Tun-Tun: Sabino, Jesús y Rafael
Navas, Ricardo Barrios, Martínez Aguilar, Blas Castillo, Manuel Monsalve, Julio
Bolívar, Julian Naguanagua, Cirilo Correa, Pastor Velásquez, Santos Echenique,
Luis Nava, Ernestina González, Isabel Mondragón, María Bolívar, Hermanas
Bolívar, Julia Villegas, Elba Correa, María Díaz, Jacinto “Tico” y Antonio
“Toño” Bolívar.
En
Pueblo Arriba: Abel Franquiz,
Dionisio González, Felipe González, Alfonso González, Erasmo Martínez, Pablo
Martínez, Domingo y Víctor Aramburu, Yiyo, Luisa y Ana María Machillanda,
Felipa y Modesta Mejias, Francisco Daniel “Maestro Pancho”.
En
Las Adjuntas: José Pereira, Hildo y
Juan Durán, Antonio y Emilio Gómez, Gabriel y Andrés Vegas, Juan Navarro, Julio
Fernández, Juan Bedo Palacios, Hermanas Pereira, Hermanas Gómez, Hermanas
Volcán.
Otros
Conocidos: Nicolás Espinoza, Domingo
y Manuel Martínez “Los Muertos”, Juan Velásquez “Choreto”, Rómulo Planchard,
Carmen Rodríguez, Juan Luis Ávila, Lesbia Gómez, Heliana Centeno, Milagros y
Liliana Machillanda y muchos que se escapan a la memoria.
En
Soapire: Jorge, Tomás, Miguel y
Alfonso Sandoval, Francisco Cambera, José Rosario Cisneros, Jesús María y
Mercedes Pino, Santiago y Eduardo Rodríguez, Basilio Tovar, Isabel Pérez, Luisa
Sandoval, Matilde Ramírez, Sofia Barrios, Antonia Rodríguez, Gregoria Coronel,
Milagros Marín, Luisa, Rodolfo, Odalis y Cecilia Pino, Dignoris Sosa, Alejandrina
Isturiz, Martha Gutiérrez, Zaida Guzmán, Raiza Osorio, Domingo Tovar,
Marycarmen Alfonso, Rosario Guzmán, Omar Acosta, Julio Ramírez, Segundo Marín,
Jerónimo Rivas, Encarnación Vielma, Vestalia, Juana e Irene Díaz, Genara
Coronel, Leopoldo Muñoz, Sr. Chacoa y así, se seguirán escribiendo la historia
de esta tradición con sincretismo popular y religioso.
El
viejo San Juan de Soapire... Quiero
aprovechar la oportunidad para darles a conocer un material de investigación
muy valioso firmado por Carlos Chacoa Arguinzones y otros... Se refiere a los
orígenes de la conocida población de SAN JUAN DE SOAPIRE, según acta que reposa
en los archivos del Registro Municipal de Caracas, Libro “Tierras”, tomo 4, año
1.730, varios miembros de la Compañía Guipuzcoana, junto con un grupo de
esclavos tomaron las tierras de Soapire el 16 de junio de 1.730 con el fin de
explotarlas, ya que las mismas eran propias para el cultivo del añil y otras
especies, como la yuca que le extraían el almidón y era enviado a España. Las
primeras familias los Blandinez, los Romero, los Díaz, los Pedrozas, los
Riveros, los Barrios y otros... Se erigieron como fundadores y le pusieron por
nombre SAN JUAN DE SOAPIRE... Los predecesores indígenas de estas tierras ya
hacían sus actos festivos con tambores y flautas, esas costumbres se modificaron
con la llegada de los negros esclavos, así apareció un tambor indú traído de
África, bajo este influjo se alegraban y emborrachaban, ese tambor indú da
origen al que se toca hoy en día, llamado yinca o tambor redondo... Desde
aquellos remotos tiempos pre coloniales se vienen celebrando los tambores de
Soapire en honor a San Juan Bautista, donde los amos daban un día libre a los
esclavos para celebrar, cantar, bailar, bajo el influjo del rítmico tambor
africano... El 23 de junio de 1.960 fue traída por primera vez a Soapire la
imagen de San Juan Bautista, donada por el Sr. Carlos Chacoa, viejo dirigente
agrario.
Maria Ignacia al Centro Rodeada por los Tucusitos |
San Pedro a la salida del Templo
El Joropo Tuyero
La Alcaldía y Concejo Municipal del Municipio Paz Castillo decretó
(en 1.997) el día 09 de diciembre de cada año como DIA DEL JOROPO TUYERO, el
cual se viene celebrando dentro del marco de las Fiestas Patronales en honor a
Santa Lucía V. y M., tradicionalmente se hace presente ante su pueblo el
locutor, promotor y cultor de música tuyera, nuestro buen amigo César Leal
Aguilera (nacido en el sector CLORIPON, pueblo abajo de Santa Lucía), como
invitado y animador especial.
Apreciados lectores, en amena conversación con el buen amigo Julio
“Julito” Serrano, hijo de Julio Ramírez García y María Adelina Serrano, unió su
vida matrimonial con la Sra. Ubensia Martínez, hoy de Serrano, han procreado
tres hijos: Julio Rafael, Julio Ángel y Julio Guillermo, de profesión barbero,
siendo su hobby la colección de antigüedades, cultor del folklore popular,
admira la pintura y la poesía y siente una atracción especialísima por el
cultivo del arte musical del ARPA TUYERA. Con un hablar pausado, seguro y lleno
de sabiduría, nos encontramos ante un ser humano humilde y sencillo, nos habló
una fuente humana, el llamado patrimonio cultural viviente... Con sus
reminiscencias del ayer y la seguridad del dominio de ese arte popular nos
explica una serie de elementos que conforman una pléyade de formas interesantes
y llamativas.
EL ARPA
Es un instrumento musical traído de la Madre Patria, España hasta
la América. El criollo la construye con un tronco de árbol llamado “lano” o con
“la camaza”, parecido a la tapara, más adelante la fue perfeccionando; para las
cuerdas, utilizaba el cuero de venado para los sonidos graves y con las
vísceras (tripas) del puerco espín fabricaba las cuerdas para los sonidos
agudos. Luego va evolucionado, la caja de resonancia la construye con madera, la
cual moldeaba de acuerdo a la forma que deseaba. El arpa consta de una caja en
la parte inferior, la palomilla forma el arco, de allí arranca una forma de ese
(curva), la cual empalma con el bastón, que proviene de la caja inferior, las
cuerdas en número de 33, cada cual tiene una clavija fabricada con clavos
metálicos para afirmarlas de acuerdo al sonido deseado. El toque de arpa se
enraizó en los estados Aragua, Miranda, Carabobo y Distrito Federal, de allí el
nombre de MUSICA CENTRAL, la muestra específicamente, por ser de la región
Valles del Tuy se especifica como ARPA TUYERA, se diferencia del arpa apureña o
llanera, básicamente por el tipo de cuerdas, éstas son de nylón y su
construcción más angosta. El ritmo, también es diferente.
LOS ARPISTAS.
Recuerda para los años 1.935 al 55 a los arpistas Ricardo La
Torre, Ricardo Belisario y el popular “Bachito”, época de las haciendas
famosas, bajos el gobierno del General Juan Vicente Gómez hasta el General
Marcos Pérez Jiménez. Un recuerdo muy especial a nuestro amigo Pablo Mejias
quien es ejecutante y además fabricante de este bello instrumento musical,
comparte este talento con el oficio de barbero.
LOS CANTANTES.
En cuanto a “los cantantes” se recuerda a Augusto Mota, Quintín
Duarte (de Barlovento), Julio Ramírez Guía (de Siquire), padre de “Julito”
Serrano, Ramón Pereira (q.e.p.d.) de Santa Rita, Magdaleno Capote (de Siquire),
Juan Espinoza (q.e.p.d.) de Santa Rita y Magdaleno Bermúdez (de Siquire). Jorge
Félix Ramos “El Perico II” (Las adjuntas), Juan Abilio Volcán (La
Pavera).
EL BAILE.
Para efectuar los bailes se acostumbraba apisonar (aplanar) bien
el piso, agregándole ceniza con baba de tuna o guácimo para que no se levantara
tanto polvo y el bailador se desplaza mejor. Preparaban la iluminación con
lámparas de kerosene, con su mecha de trapo, a veces se utilizaba un pote
llamado “mucurita”, como también las lámparas de carburo.
ORIGEN DE LOS BAILES
Estos surgen por diversos motivos, como: celebración de
cumpleaños, amistosos, comerciales, de épocas... Se recuerdan los famosos
“Bailes Mazamorreros”, los cuales se realizaban en el tiempo de los jojotos
(maíz tierno), durante el mes de agosto. Esa era una tradición, donde se
invitaba a los amigos de las comunidades a comer “mazamorra” y celebrar con
baile de joropo, lamentablemente esa bella costumbre se ha perdido... Otra que
se recuerda en las zonas de Turgüa y Mariches era el “Baile de Culminación de
la Cosecha de Café”, para esa celebración los hacendados invitaban a través del
mayordomo (1er encargado) y el caporal (2do encargado), a toda la
peonada (recolectores) para despedirlos hasta la nueva cosecha, agasajándolos
con un “baile de arpa”. En el joropo comercial, al comenzar el baile una dama
coloca una cinta al “joropero” en la camisa, señal de haber cancelado “el
derecho al baile”... Antiguamente la tarifa era de Bs. 1,00, la cual ha ido
variando paulatinamente hasta llegar al costo de Bs. 1.000,00 ó Bs. 1.500,00.
Al finalizar el baile a la mañana del día siguiente “el cantador” le dice “al
arpista”: Échale la colcha al arpa que ya nos vamos! La colcha es una tela
estampada que hacía de camisa al arpa para protegerla. El responsable de
transportar el arpa era “el cantador” o en su lugar una animal de carga, como
un burro o alguna persona que tuviera el agrado de llevarla... Recordamos, con
mucho cariño a Casimiro (q.e.p.d.), le cargó el arpa a Pablo Mejías, Termo
Muñoz, Virgilio Aponte, Castor Noria (el popular Portugués).
LOS BAILADORES.
Aquí rememoramos tanto a bailadores “joroperos”, como a
promotores, entre ellos a Felipe González (antiguo dueño del Bar La Cabaña,
frente al estadium Las Tullerías), Zoa Hernández (de La Vega), Cruz Reverón (del
Hormiguero), Abel Franquíz (en el pueblo arriba), César Leal Aguilera (en
Cloripón, pueblo abajo). Este último, famoso promotor a nivel de la Emisora
Radio Valles del Tuy, en la tierra del Patrono San Diego de Alcalá, nuestra
hermana población de Ocumare del Tuy. También recordamos con mucho aprecio al
Sr. Dionisio Tovar y a nuestro interlocutor Julito Serrano, éste comenzó
tocando el cuatro y luego incursionó en el arpa, hasta nuestros días, aunque de
cuando en cuando le gusta zapatear un sabroso joropo tuyero. Con el ánimo de
ofrecerles una mayor ilustración les transmito un extracto de la publicación de
la Fundación Bigott, serie “Tradiciones Populares de los Estados” p. 45–46,
Caracas, 1996. Nos dice: “Una expresión tradicional está conformada por el
Joropo Central, conocido, como Mirandino, se ejecuta con arpa, maracas y
“buche” (cantante)... Los arpistas mirandinos suelen ejecutar una forma musical
denominada revuelta que consta de tres secciones: una expresión (denominada
pasaje); una sección intermedia de desarrollo yaguaso (pato) y guabina (pez) y
una coda (marisela)... Las dos primeras secciones son instrumentales (arpa y
maracas), la coda, en cambio puede ser cantada. En el “Joropo Central” también
escuchamos pasajes, donde interviene el cantador (cantante) con temas alusivos
a la naturaleza, como animales, paisajes, etc. No es propio de esta zona el
canto recio que caracteriza a los llanos; en el baile se observa una mayor
suavidad, acorde con la sonoridad del arpa. En la época de las haciendas de
café y cacao en la zona se tocaban golpes, mientras en Aragua era propio el
pasaje. Algunos identifican el Joropo Central como tuyero, seguramente porque
fue en el Tuy donde alcanzó mayor vitalidad. Por otra parte, mi admirado amigo
“El Poeta del Pueblo”, José Cisneros nos dice: “nuestra gente es de gustos
sencillos, amantes del Joropo Tuyero, paisanos de varios cantores de este
difícil canto popular, nuestra arpa es bordona y la acompañamos con el cantante
y las maracas, no se toca igual en ninguna otra parte... En cada casa se arma
un joropo, a todos encanta, aunque el pueblo se divide ahora entre joroperos y
minitequeros (léase amantes de las minitecas)”.
El Cronista
LAS FIESTAS PATRONALES EN HONOR A SANTA
LUCÍA VIRGEN Y MÁRTIR
Las fiestas en homenaje a la virgen
siracusana se realizan desde tiempos inmemorables alrededor del 13 de diciembre
(día central), donde se conmemora su desaparición física de este mundo
terrenal. Estas festividades pueden dividirse en: popular y religiosa.
EN LA PARTE RELIGIOSA. Se hacen notar dos aspectos básicos,
uno de preparación que suele llamarse NOVENARIO y otros de RITO PRINCIPAL, como
lo son, la MISA CONCELEBRADA y PROCESIÓN DE LA PATRONA. Hoy en día al
período preparatorio se le ha agregado LA VISITA DE LA PATRONA A LAS DIVERSAS
COMUNIDADES, hasta con un mes de anticipación, donde las comunidades le
organizan cantos, bailes, manifestaciones folklóricas y oraciones en su
homenaje.
El día principal, en la mañana se realizan salva de cohetes,
repique de campanas y paseo orquestal por las principales calles del pueblo.
A media mañana (10:00a.m.) se efectúa la MISA CONCELEBRADA,
presidida por el Padre Obispo de la Diócesis, el Párroco del Pueblo,
acompañados por los Párrocos invitados de los pueblos circunvecinos.
En la noche (7:00p.m.) se realiza LA PROCESIÓN DE LA PATRONA, por
las principales calles, bendiciendo a su paso a todos los pobladores.
Al culminar la procesión se acostumbra tradicionalmente UN
DESPLIEGUE DE FUEGOS ARTIFICIALES, AL HACER SU ENTRADA AL TEMPLO, la orquesta
invitada interpreta el himno sentimental “SANTA LUCÍA HERMOSA”, autor Jesús
Ramón Morales, las personas presentes le acompañan con sus voces, al final le
lanzan flores aplausos de despedida hasta el nuevo año.
EN LA PARTE POPULAR. El 1°
de Diciembre se acostumbra EL REPARTO DE PROGRAMAS, con paseo cívico y
acompañamiento orquestal... Luego en los demás días se alternan celebraciones
con encuentros deportivos (de béisbol en el estadio de Las Tullerías ó de
voleibol, basket y otros en la cancha Mary Rodríguez). Se elige a la
REINA DE LAS FIESTAS, también se organizan toros coleados y antiguamente JUEGOS
TRADICIONALES (como carreras de saco, huevo en cucharilla, cochino y palo
ensebado, carreras de gatos y perros, piñatas y para usted de contar).
Organizaban juegos de azar, alrededor y dentro de la Plaza Bolívar, eran
famosos los juegos de ruleta, de animales, de estrellas, de dados, el bingo y
tantos otros. Venían grandes y conocidas orquestas, como Sans Souci, Los
Melódicos, Billos, Porfi Jiménez, Luis Alfonso Larrain, La Grande, Los
Guancheros (conjunto criollo), Víctor Morillo (folklorista).
Todo esto pertenece a la historia pasada, hoy sólo quedan los toros coleados,
algunos encuentros deportivos, elección de la reina patronal y el despliegue de
algunas orquestas para el día principal, muchos kioscos cerveceros y la Feria
de Juegos Mecánicos, (mecedores, rueda de la fortuna, caballitos o carros chocones).
No sería bueno hacernos una crítica constructiva y rescatar los
juegos tradicionales, promover la venta se artesanía, organizar una ruta
turística, rescatar nuestros valores culturales, folklóricos, nuestra identidad
como pueblo, todo depende SI REALMENTE LO QUEREMOS...? ¿Cuál es tú respuesta
amigo lector?
La Gastronomía
Criolla
Se entiende por gastronomía a la ciencia que
se encarga del estudio de la comida y dulcería de un país, región o pueblo...
Es de suma importancia porque de esta manera también se pueden conocer otros
elementos que conforman la identidad, las raíces de una región o nivel
local. Es de hacer notar, que así como se han perdido muchas tradiciones
folklóricas, de la misma manera se pierde el arte culinario, más que todo
debido al proceso de transculturización y el fenómeno producido en muchos casos
por los medios de comunicación, donde se le da mucha importancia a las cosas
que vienen de afuera, restándole poca importancia a lo nuestro. Es en ese
sentido que la crisis social, constituida por el desenvolvimiento de la familia
contribuye grandemente a que se aligere ese proceso de la pérdida de la
identidad, a ese nivel como en el folklore popular se requiere un rescate del
arte culinario, de la comida y dulcería criolla que constituyen parte de
nuestras raíces como pueblo; y debe transmitirse de madres a hijas, de una
familia a otra, de una generación a otra.
Es por ello que en nuestro pueblo, desde tiempos inmemorables se
recuerda el cultivo de ese noble arte... Existieron no sólo familias sino
también posadas y/o restaurantes donde hacían excelentes muestras de
gastronomía criolla.
Recordemos el restaurante de Antonio Blanco, hermano de Carmelo
(q.e.p.d.), “el primo” de tanto luciteños. Ellos vinieron de la querida
población de Guatire, famoso por su carne esmechada y el pabellón con barandas
(este consiste en una porción de caraotas, arroz, carne esmechada y tajadas de
plátano frito alrededor). También se recuerda la carne guisada con papas
y el sabroso cochino (cerdo) frito. Funcionó en un local paralelo a la
CANTV, calle Sucre al lado de la familia de Celsa Rengifo. Otra posada
muy concurrida fue el de la Sra. Julia Durán, por la calle El Viento,
lugar para disfrute y el degustar de sabrosos platos y una agradable
conversación.
También se conocieron otros establecimientos llamados bodegas
donde se expendían totumas llenas de frito (vísceras de res o cerdo fritas)
acompañadas con hallaquitas, se hace obligado recordar a Miguel Ruíz en la
calle Sucre, entre 1era y 2da transversal ... A
Don Pedro Beltrán (q.e.p.d.) allí también vendían otros elementos gastronómicos
como las partes básicas de la hallaca, hojas de plátano, manteca de cochino,
las latas para sancocharlas.
También han existido hombres destacados por su arte culinario,
como Luis Felipe Cisneros “Cucaracha” especializado en la preparación del Tere
Tere (aliñar con pimentón, ají dulce, ajo, todo bien rallado o pisado en
mortero) las vísceras de res o de cerdo, como hígado, pulmones, riñones, lengua
para luego guisarlas en sabrosa salsa dentro de un gran caldero, década de 1970
lo cual despide un incomparable aroma y mejor degustación.
Otro conocido preparador culinario fue Aníbal Cardozo (padre) en
su taller mecánico ubicado diagonal a la CANTV, década de 1.950 se reunían
muchos personajes para degustar un sabroso “Sancocho de
Picatierra” (léase gallina).
Refiriéndome a las familias destacadas por su arte culinario, voy
a referirme a la FAMILIA MACHILLANDA, se destacaron por las comidas y dulces...
Son ellas las Sras. Luisa Machillanda (q.e.p.d.) y Ana Luisa Machillanda de
Castillo... Quien no se ha extasiado con sus hallacas, sus dulces criollos,
como: el pan de horno (manjar preparado con maíz cariaco y horneado), la
mazamorra hecha con jojoto tierno y el Juan sabroso (con coco y piña).
Vamos a rememorar a la FAMILIA CASTILLO y su pilar culinario Sra.
Adelina Castillo, con sus inconfundibles buñuelos de yuca, salpicados con
azúcar, sus extraordinarias tortas de harina de venta en el negocio de
Peruchito Castillo, al comienzo de la Avenida 24 de Julio... Su hija Adolfa,
conocida educadora, heredó ese sabor gastronómico plasmado en sabrosos platos,
como el arroz chino (insuperable), el arroz paella y el pastel de atún.
No puedo olvidarme de “mi maestra de siempre”, Enma Morales
(q.e.p.d.) quien preparaba exquisitos bollos y hallacas y en dulcería criolla
se destacan los cascos de limón, cuya preparación pasó por tradición de su
madre Petra Torres (q.e.p.d.), matrona de bella gente como Enma, Trina, Carlos,
Luisa y Alicia. Es obligado mencionar la famosa jalea de mango, arreglada
con capas de varios colores. En cuanto al dulce de limón se debe hacer
notar, que para su preparación se requería un proceso especial, lo cual es un
secreto de familia, se cree necesario un caldero especial de cobre y no debe
hacer contacto con otros metales, se utiliza cucharas de madera para
revolver,. Esto daba por resultado un dulce exquisito, sin el mayor asomo
de amargo.
No puedo finalizar sin recordar el majarete y conserva de coco,
preparados por Clorinda Barrios, de una gran estirpe de músicos luciteños. Como
también, el jugo de tamarindo y el carato, embotellados con tapas de hoja de
naranja ¿Quién lo recuerda? En el negocio de “Camaquito” en El Jabillo,
entrada sur del pueblo y en el Bar El Luciteño de Abel Franquíz, donde se
encuentra hoy día la panadería Flor de Santa Lucía, de la familia del Sr.
Leonardo de Freites, frente a la Plaza Bolívar, parte norte.
Otras remembranzas nos memorizan las arepitas dulces de la Sra.
Ana Bolívar, calle Sucre y de Doña Carmen Barrios, cerca de El
Sifón. Las pelotas (preparado con maíz cariaco, envueltas en hojas de
cambur) y el carato elaborado por las hermanas Juana y Pola González (la
primera extinta esposa de mi amigo Edgar Pereira). Es de obligada memoria
recordar el arte culinario de la Sra. Zoila de Ibarra, quien tuvo junto a su
esposo Julio Ibarra un restaurante en la calle El Viento; y la Sra. Claudina de
Ponte, con sus sabrosos dulces de lechosa, toronja y otras exquisiteces.
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