viernes, 3 de julio de 2015

VARIOS PATRIMONIOS INTANGIBLES DEL MUNICIPIO PAZ CASTILLO

EL CARNAVAL DE ANTAÑO



Consecuentes lectores, con la máquina de escribir y su teclado, cual pinceles, voy a brindarles una obra pictórica que nos traerá reminiscencias del carnaval de antaño.



Rafael Coronel (otro cultor de La Burriquita) 1950 al 60

Que tiempos aquellos, recuerdo las anécdotas de mi amigo Roque Romero, patrimonio cultural viviente, cuando menciona a personajes como Salustriano Muro.  Dicho señor realizaba trabajos de soldadura sobre latón, lámparas de carburo, ollas viejas, arreglaba máquinas de escribir y de coser, como también, relojes de la época (década del 1940).  También  se destacó por tocar muy bien el instrumento musical llamado bandolina, en Carnaval se disfrazaba personificando a “La Burriquita”, recorría toda la población en compañía de otros amigos ya fallecidos, como Eugenio Álvarez “Chacho”, Luciano Aldana “Lucianote”, este último tocaba el cuatro.  Rafael Coronel, también vistió de “Burriquita”.  Nuestro recordado “Muro” falleció en la actual casa de la familia de José Acevedo, frente a la casa de la familia de Dionisio González, calle Dr. Francisco Espejo.  Allí existió una vieja casa donde este personaje tenía una pieza alquilada por Bs. 5,00 mensuales y allí se dedicaba a las reparaciones antes mencionadas... Otro personaje que bailó “La Burriquita” fue mi amigo Yiyo Mejías, quien también cultivaba el canto en épocas de aguinaldos decembrinos... Hoy día se conserva la tradición de este baile folklórico a través de la Sra. Amada de Yépez, excelente folklorista, Directora del Grupo de Danzas Infantiles “Las Estrellitas”, de vieja raigambre en el pueblo, también participa en Danzas del Grupo Docente, dependiente del Distrito Escolar N° 3, con sede en Ocumare del Tuy.  Este baile es una estampa criolla, la cual se constituye por la figura de una burra, una cabeza de trapo con sus riendas, el pescuezo, un redondel con un aro bien adornado, terminado en cola.  Con destrezas de buen bailarín el personaje se mueve hacia los lados, hacia delante, hacia atrás, da brincos, rebuzna, hace nuevas figuras, todo con gran originalidad... Se recuerdan los acordes de la música tuyera, conocida como “pata e perro”, el cuatro de Eloy Pérez y Pedro García “Cancamo”, con las maracas.  Todos salían recorriendo las calles del pueblo, las familias le amarraban en la punta de un pañuelo, que ellos ofrecían, premiándoles con sendas monedas, de cuando en cuando la burra descansaba y se tomaba alguna bebida espirituosa (léase lava gallo o caña clara).  Todo esto ocurría el martes de carnaval.


Baile de “La Burriquita”,
con Amada de Yépez

Otro hermoso recuerdo de los carnavales de entonces eran las famosas fiestas de la calle en las décadas de 1950 y 60 las fiestas carnestolendas eran muy concurridas y tenían como centro la Plaza Bolívar, se veían disfraces de diablos, encapuchados, negritas y mamarrachos, los cuales debían mostrar sus caras en la prefectura que se encontraba donde hoy funciona la Alcaldía y Concejo Municipal.  Salían muchas comparsas y las juntas Carnestolendas organizaban concursos de disfraces, elección de la reina y tocaban famosas orquestas... El martes de carnaval se despedían con lanzamientos de talcos, había uno llamado “sonrisa” y un perfume de nombre “pachulí” con un olor poco agradable.  De Las Adjuntas solía venir Eustacio Velásquez “Cara e’ león” trabaja en la Línea Los Humildes, disfrazado de gorila, acompañado de unos cazadores y le encantaba asustar a los niños, por donde pasaban se formaba una gran algarabía... No puedo olvidar a mi padre Ramón disfrazado de “bebé”, dentro de un coche y con un tetero (lleno de ron o guarapita), acompañado de Rafael Coronel, Naldo González “perolera”, Augusto Ilarraza, Valentín Lombano y otros amigos de la época.  Y otras no menos famosas son las del Club Social “Santa Lucía”, (en su época de oro, décadas de 1950–1960), donde sus reinas de Carnaval y Damas de Honor se confundían con las fiestas populares. Las más extraordinarias orquestas visitaron al pueblo luciteño, recordando a la Billos, Los Melódicos, Sand Souci, Porfi Jiménez, Luis Alfonso Larrain, las orquestas Gardenia y San Juan del Maestro Marcos Correa.  También es de grata memoria los bailes de carnaval promovidos en la antigua Casa de U.R.D, con la Orquesta American Boys, actuando Jesús Rodríguez Blanco “Bachaco”, los hermanos Jesús y Gregorio Rojas Figueroa, Luis Echezuria “Pepegüespere”, Obel Duarte, Wenceslao Vaamonde, Julio González (trecista), Miguel Herrera “Chiripita” (bongoncista y cantante), Desiderio Machado “Merecure”, Pedro José Aramburu “La Voz de la Colina”.  

Recordamos, que en épocas pasadas en el Martes de Carnaval algunos grupos formaban comparsas y se premiaban a las mejores.  Otra anécdota consiste en que los participantes disfrazados tenían que identificarse previamente ante la Prefectura.  Este último día de Carnaval había guerra de talcos y perfumes entre los asistentes a la Plaza Bolívar.  Algunos sacaban una urna de cartón con la cual representaban la despedida hasta el año siguiente.

En estos nuevos carnavales (año 2000) relanzaron las orquestas “EPA”, dirigida por Nelson Ruiz, un especial recuerdo para el popular “Requemao” q.e.p.d. y “American Boys”, dirigida por mi hijo Juan Luis Ávila Barrios, de la estirpe musical del recordado Don Arturo Barrios.  Vimos un hermoso desfile de carrozas y comparsas, con participación de las escuelas y fuerzas vivas de la población.


Que les parece amigos, cuantos recuerdos, cuentas anécdotas.  Dicen “que recordar es vivir”.  Gracias a Dios por la vida y que les brinde muchas pinceladas de paz, armonía y felicidad.


A la izquierda Nirma Pérez, a la derecha Ricardo Fernández
 “Piroco” y las célebres “Negritas” década de 1.960 al 70.



LA BURRIQUITA


Que tiempos aquellos, recuerdo las anécdotas de mi amigo Roque Romero, patrimonio cultural luciteño, cuando menciona a personajes como Salustriano Muro. Dicho señor realizaba trabajos de soldadura sobre latón, lámparas de carburo, ollas viejas, arreglaba máquinas de escribir y de coser, como también, relojes de la época (década del 1940). También se destacó por tocar muy bien el instrumento musical llamado bandolina, en Carnaval se disfrazaba personificando a “La Burriquita”, recorría toda la población en compañía de otros amigos ya fallecidos, como Eugenio Álvarez “Chacho”, Luciano Aldana “Lucianote”, este último tocaba el cuatro. Rafael Coronel, también vistió de “Burriquita”. Nuestro recordado “Muro” falleció al lado de la casa de familia de Don Pedro Beltrán, sector Cloripón. Allí existió una vieja casa donde este personaje tenía una pieza alquilada por Bs. 5,00 mensuales y allí se dedicaba a las reparaciones antes mencionadas...



Pedro García “Cáncamo”, con las maracas y Salustriano Muro al cuatro
 (Cultores de La Burriquita, año 1940 al 1950) Foto cortesía del Sr. Carlos Liendo


Otro personaje que bailó “La Burriquita” fue mi amigo Yiyo Mejías, quien también cultivaba el canto en épocas de aguinaldos decembrinos... Hoy día se conserva la tradición de este baile folklórico a través de la Sra. Amada de Yépez, excelente folklorista, Directora del Grupo de Danzas Infantiles “Las Estrellitas”, de vieja raigambre en el pueblo, también participa en Danzas del Grupo Docente, dependiente del Distrito Escolar N° 3, con sede en Ocumare del Tuy. Este baile es una estampa criolla, la cual se constituye por la fi gura de una burra, una cabeza de trapo con sus riendas, el pescuezo, un redondel con un aro bien adornado, terminado en cola. Con destrezas de buen bailarín el personaje se mueve hacia los lados, hacia delante, hacia atrás, da brincos, rebuzna, hace nuevas figuras, todo con gran originalidad... Se recuerdan los acordes de la música tuyera, conocida como “pata e perro”, el cuatro de Eloy Pérez y Pedro García “Cáncamo”, con las maracas. Todos salían recorriendo las calles del pueblo, las familias le amarraban en la punta de un pañuelo, que ellos ofrecían, premiándoles con sendas monedas, de cuando en cuando la burra descansaba y se tomaba alguna bebida espirituosa (léase lava gallo o caña clara). Todo esto ocurría el martes de carnaval.

Amada de Yepes Patrimonio Cultural Viviente
Comparsa de Burras




LA SEMANA SANTA

Es el tiempo enmarcado cuarenta días después del miércoles de ceniza es de fechas movibles dentro del calendario, suele caer dentro de los meses de marzo o abril.  Este tiempo sirve para rememorar los últimos momentos que vivió Jesucristo, quien con su sacrificio en la cruz dio la mayor prueba de amor por los hombres, alrededor de esta semana se ubican una serie de acontecimientos cotidianos.


Podríamos hablar en Santa Lucía de la Semana Santa de ayer y hoy... Les invito a cerrar los ojos e irnos lentamente al pasado, hace 30, 40, 50 años... Cientos de pasajeros llegaron de Caracas y Petare en los vagones del Ferrocarril Central de Venezuela... Unos para diligencias comunes, otros para el trabajo o la recreación, contaban estos últimos con el río Güaire, de aguas limpias, sin contaminación, turistas y gentes luciteñas se daban cita en las riberas del río para bañarse y pescar corronchos, mochorocas, tablas y camaicutos.  Traían con ellos sus atarrayas, hamacas, ollas y totumas para saborear suculentos sancochos, comer mangos y cazar iguanas... Las abuelas decían a sus nietos “no se bañen el jueves y viernes santo por que se pueden convertir en pescado” y entre adultos se comentaban “cuidado con fornicar, porque te puedes quedar pegao”.... Otros hacían visita a los famosos curanderos de la época, como Antonio Ramón Ojeda, de Güere Güere vía Siquire y en Santa Teresa a los famosos Andrés Barrios, Cecilio Lobato y Juan Arias. 


Pescadores en Boca de Siquire,
De izquierda a derecha:
Pablo Marquina, Pedro José Rondón, Rafael Martínez,
El “Negro” Sanoja, no identificado Dario Aponte y Luis José Torrealba.
Foto: Cortesía de Carlos Liendo.


Por la tarde, los feligreses colmaban el templo, reflexionando LAS SIETE PALABRAS del Padre Romero San Juan o del Padre José María Pantoja (1945).
Se recuerda, que los pasos de los santos, tenían cada uno su responsable y era una condición indispensable que cada santo pasara en su ruta de recorrido por la casa de familia del dueño del paso... Rememoramos el recorrido de las insignias, traídas por niñas vestidas de blanco, la sociedad de María y Santa Teresita.   La Virgen Dolorosa esperaba a Jesús en el Sepulcro en la esquina noreste de la Plaza Bolívar, diagonal al Bar El Luciteño del Sr. Abel Franquiz, su madre compungida de dolor le hacía su venia, dándole la bendición a su hijo... Por la noche, salía EL PASO DEL SEPULCRO, con la Dolorosa, San Juan, La Magdalena y Los Tres Apóstoles... Ya había pasado el miércoles santo con Jesús El Nazareno, encargado Don Arturo Fernández y flia., durante muchos años, inclusive le tienen un local dedicado a su resguardo y devoción en la calle Miranda.

Es de recordar la célebre “MATRACA”, como el jueves y viernes se consideraban los días más grandes y se estaba de luto, no se podrían hacer ruidos fuertes, como campanas o música estridente, entonces se hacían los toques para avisar los oficios religiosos o la procesión con unas tablas, con aldabas, que al darles movimiento rotatorio producían un ruido seco, por el que la gente se enteraba y decían “ya dieron primero, o ya dieron último”... Todos los pasos eran muy concurridos y los feligreses acudían con mucha devoción, cada dos esquinas la banda tocaba música sacra, dicho sea de paso, Don Arturo Barrios compuso muchas partituras sagradas... Dios te Salve, Bendita sea tu Pureza, El Sepulcro, La Dolorosa; y recordamos con especial sentimiento, cuando a las 3:00p.m. de la tarde, trayendo el Santo Sepulcro desde El Calvario, sonaban los acordes del Popule Meus, autoría de José Ángel Lamas.



El Santo Sepulcro baja de El Calvario
vía Tun Tun con la Sociedad Virgen María


Otra costumbre era la de comer carne de lapa con hallaquitas, resulta que la carne era de chigüire... Las vendían los especialistas en parrilla Juan Orta “El de la Ambulancia” o el Sr. Burgos, del Barrio  La Vega... Por otra parte en la radio y la televisión prevalecían la música clásica y sacra; y las películas bíblicas o de la vida de Jesús... Recordamos “El quiebre de cocos” o “echar cocos”... Y la venta del sabroso majarete o manjarete, como también, las conservas de coco... Para la época de los años 1950, rememoramos, que bajo el gobierno del Gral. Marcos Pérez Jiménez, cuando habían incendios forestales, la Guardia Nacional sacaba a los más jóvenes de las procesiones para ir a apagar los incendios o fuegos de la vegetación.


EN LA SEMANA SANTA DE HOY... En contraste con la Semana Santa del ayer, donde se contemplaba UN CRISTO MUERTO, por consiguiente la persona también se mostraba muerto espiritualmente. En la de hoy se contempla UN CRISTO RESUCITADO, que resucita en cada uno de nosotros... Las imágenes de Semana Santa en nuestro pueblo datan de la época de la colonia... Jesús en El Huerto, Jesús en La Columna, Humilde y Paciente, El Nazareno, La Dolorosa, Juan Evangelista, El Cristo y El Santo Sepulcro, todas fueron reestructuradas con asesoría del Párroco Padre Juan José Martínez y las especialistas Sra. Carmen  Amalia G. de Díaz y Ángela Isabel G. de Graterol, con gran amor y dedicación han dado un retoque especial, los cuales nos devuelven el mensaje original, dándonos el sentido del sufrimiento, la entrega que cada uno hizo por nosotros, sin exabruptos, una obra maravillosa, digna del pueblo luciteño y sus visitantes. Las procesiones alrededor de la Plaza Bolívar, en mesas con ruedas, guiadas por los feligreses, sin música orquestal, sólo el rosario y cantos, a excepción del El Nazareno, lo siguen llevando en hombros y sobre sus cabezas (rollos de tela) y tiene su banda orquestal.



El Nazareno ...2004
(existe desde época de la colonia)

Los famosos sancochos y pesca de peces de agua dulce, ya pasaron a la historia, los ríos Güaire y Siquire están altamente contaminados, con desechos tóxicos, químicos peligrosos para la salud y heces fecales de aves y cerdos que los vierten en la quebrada de Siquire... El Ferrocarril dejó de existir en 1954, dando paso a los vehículos a gasolina y muchas vías carreteras y autopistas, aunque actualmente se promueve un moderno ferrocarril, el cual se encuentra lejos de su ruta original Caracas, Petare, Santa Lucía, Valles del Tuy.  Muchos desechan la búsqueda de Dios a través de otras cosas como la brujería y otros elementos, pero otros se centran en Dios y sólo Dios, con Él todo se puede, sin Él nada... Existe una feligresía más consciente, que no se va masivamente de vacaciones, se queda en su pueblo, viviendo el Misterio Pascual, no se queda con EL CRISTO MUERTO sino con EL CRISTO RESUCITADO, que convierten y trasfiguran al hombre y mujer nuevos, ayudando a construir su cielo desde la propia tierra... El Sábado de Gloria, en estos últimos años, hemos presenciado el factor de resurrección de Jesús en forma grandielocuente, donde cristianos del pueblo han dado a través de su actuación por medio del teatro, las luces, música y pintura, escenas maravillosas, altamente emotivas que nos han hecho vivir momentos inolvidables.




Sábado de Gloria

Óleo de Cristo Resucitado
Año 2005


El Velorio de Cruz de Mayo 



El día central es el 03 de mayo de cada año, durante el cual se realizan actos en honor a la Santísima Cruz en distintas partes del país.



La Cruz (de vera) data del
año 1.800.



Durante estas fechas, cofradías y particulares preparan altares donde se coloca la cruz y se le ofrenda con flores, frutos y cirios encendidos en agradecimiento por mantener la salud y la fertilidad.
En Santa Lucía, desde tiempos inmemoriales las familias “visten sus cruces” con papel de seda (o papel de papagayo) de diversos colores, las exponen en los hogares, les rinden tributo y en ocasiones se pueden hacer exposición de cruces en la sede de la Cruz de Mayo, como el caso del sector Tum Tum y El Calvario, barrios de vieja tradición... Se ha organizado LA SOCIEDAD DE LOS DISCÍPULOS DE LA SANTA CRUZ, a cargo de personas de la comunidad...

De tiempos antiquísimos se ha desarrollado esta actividad, destacándose LA SANTA MISA, LA PROCESIÓN Y EL VELORIO DE CRUZ.  Este último se hace acción de gracias, se hacen ofrendas de semillas, flores, frutos, un Santo Rosario, luego acompañamiento de cantos de fulías y décimas en búsqueda de la bendición del cultivo de las primeras cosechas del agricultor local, esta actividad coincide con el anuncio de las lluvias de la estación de invierno...

La cruz más antigua del pueblo data desde el año 1.800, más de 200 años, en dicha época comenzó la tradición de los velorios de Cruz de Mayo, no se hacían procesiones sino rituales en honor a la Santísima Cruz.  En el año 1.967 debido al deterioro producido por el tiempo a la Cruz del Calvario, fue trasladada al cuido por parte del Sr. Pastor Velásquez, quien la mantuvo en su hogar.  Al correr de los años, cuando la maestra Servida Luisa González (q.e.p.d.), asume la Dirección de la Escuela Básica “José Manuel de los Ríos”, propone al Sr. Pastor trasladar la cruz de vera al Plantel, donde permanece actualmente.  En el sitio donde estuvo la cruz de El Calvario fue colocada una más grande, hecha de concreto, la cual conocemos en la actualidad... Para el año 1.972, cuando se estaba observando una pérdida de esta tradición y religiosidad popular, personas preocupadas de la comunidad se deciden fundar la sociedad de los Discípulos de la Santa Cruz, en esta etapa comienza la costumbre de venerar la cruz con cantos de fulías, vestir y sacar en procesión el Sagrado Madero, haciendo un recorrido por las tres  comunidades, El Hormiguero, Tun Tun y El Calvario... Recordamos con mucho cariño a los socios Leonidas Sanabria, Cecilia de Hernández, Germán Sanabria, Ana de López, Pastor Velásquez, Adriana Cardozo, José Cisneros, quienes hacen un esfuerzo por continuar la tradición hoy día.  Un recuerdo muy especial para los folkloristas Carmen Rodríguez (q.e.p.d.), Ángel Ojeda, Félix Hernández, Manuel Zurita, Juan Pablo Espinoza, María Díaz, María Scotte, Petra Alicia Sanabria, Miguel Cisneros y Salomé Ovalles.

Cruz vestida
(Varias versiones)

SIGNIFICADO SOCIAL, El símbolo de la Cruz Cristiana coincide con las creencias indígenas en las cuales está “El Madero Sagrado” que representa el árbol de la vida de las flores y de las frutas, se rinde homenaje a la naturaleza, se da la bienvenida a la que se espera sea una época de buenas cosechas.

Los creyentes manifiestan alegría ante la cruz como una manera simbólica de desclavarle al Cristo el dolor de la crucifixión.

En las zonas urbanas, alejados de la vocación agrícola, los velorios se han convertido en oportunidades para el encuentro entre familiares y amigos, ratificando las identidades regionales de origen... En la región central predomina la fulía que constituye una parte cantada por hombres y mujeres en cuartetos octosílabos y otra parte recitados por los decimistas de la región, quienes componen décimas y versos de salutación a la cruz, generalmente se tocan la tambora, acompañados por la charrasca y el cuatro. 


Procesión de La Cruz de           
El Calvario, década de 1.990.


San Juan Bautista



Fiesta que se celebra en honor a San Juan “El Bautista”, 
cuyo día principal es el 24 de junio.

Según se narra a través de las generaciones pasadas, esta fiesta se origina en los días de la época colonial, donde los amos (blancos criollos) dueños de las haciendas cedían un día libre a los esclavos para festejar, lo hacían en honor a este santo y cantaban al ritmo del tambor, con las raíces que habían traído del Continente Africano, tomaban aguardiente, bailaban y dentro de los cantos habían letras de protesta por el mal trato e injusticias a los que eran sometidos. San Juan fue el que abrió el camino para la llegada de Nuestro Señor Jesucristo, predicó y bautizó en el río Jordán a Jesús, la humanidad necesitaba ese ejemplo divino... El 24 de junio los tamboreros, cantadores, bailadores, promeseros y pueblo en general se apersonan con alegría sanjuanera, se desbordan en la calle para gozar sanamente.

¿Cómo se celebra en Santa Lucía?, Todos los años se oficia una MISA SOLEMNE. La imagen del santo es SACADA EN PROCESIÓN alrededor de la Plaza Bolívar del pueblo, acompañados con repiques de campana, toques de tambores, estallidos de cohetes y hermosas mujeres con sus vistosas faldas floreadas a combinación con sus blusas blancas... Hecho el recorrido el santo es conducido de vuelta a la iglesia para finalizar la ceremonia religiosa, se representa el simbolismo del bautizo con aguardiente para que siga la fiesta popular “San Juan El Bautista” entra al templo y “Sanjuancito El Parrandero” continua la fiesta.

Descripción del San Juan Luciteño. La imagen de San Juan fue elaborada hace más de 130 años por el Sr. Luis Alberto Espinoza, por encargo de la madre del Sr. Eduardo Rodríguez (q.e.p.d.) quienes en épocas anteriores organizaban la parranda. La imagen va colocada sobre una mesa cuyos bordes están cubiertos de faralaos rojos y verdes, de menor altura que el de la iglesia, tiene una bandera roja con una cinta verde y una capa combinada con los mismos colores. El de la iglesia mide 90 cms, vestido con piel de cordero, en la mano izquierda lleva un bastón largo que tiene cintas de color verde y roja, lo acompaña una oveja junto a los pies. Fue traída esta imagen desde París (Francia), data del año 1872, donada por el Presbítero Pedro Brochard Leclair, Párroco de Santa Lucía para esa fecha. Al Sanjuancito se le baila y se le canta al ritmo de los tambores, los promeseros son los encargados de conducirlo sobre la cabeza durante el tiempo que dura la fiesta, hoy día pueden ser hombres o mujeres... Los participantes danzan y gozan y tocan por devoción en pago de alguna promesa cumplida, otros intervienen sencillamente por diversión. Los parranderos recorren las calles y visitan las casas de los promeseros, amigos y conocidos, entregando la bandera al cabeza de hogar, allí se atiende y agasaja con bebidas o dinero en efectivo como contribución a la fiesta. Los toques o sones de tambor más conocidos en el pueblo luciteño son: “El Caminero”, “El Redondo”, “La Yinca”, “El Corozo” y la “Pica Pica”.

“Toloololé, tolololé, tolololá
como soy parrandero,
ninguno lo va a negar”.


Baile de Tambor Tuyero. Se manifiesta de varias formas... “El Caminero” lo entonan dos cantantes de adelante por turnos, hombre y mujer y un coro les contesta ye, ye, ye, ye, ye, ye, ya... y se tongonean al ritmo del tambor de dos o tres golpes; luego llega el momento y se hace una rueda, parándose a “El Redondo”, las mujeres hacen fila de un lado y los hombres del otro, entonces le toca al jefe de la parranda abrir el camino y sale sombrero o pañuelo en mano doblando las rodillas y al compás del tambor e invita a la primera mujer que al levantarse el vestido acosa al bailarín ofreciéndole sus caderas como carnada de fuego para luego meterle una zancadilla y continuar con el baile, una nueva pareja brinca al redondel, a veces un hombre rueda por el suelo y la mujer lo ventila con su falda mostrándole una vista de sus piernas. Continúa la contorsión al ritmo del tambor y la mujer estrecha al hombre con el trasero... “Al que no lo tumba, vuélvelo a tumbar”; pero este se sale porque es una trampa para echarlo a rodar, lo cual constituye una gran alegría de los bailadores y emociona al público que no baila pero acompaña la parranda durante el día y la noche en la que se entregan una gran fiesta del folklore tuyero y mirandino... “La Pica Pica”, consiste en simular que le cayó pica pica y se sacuden con fuerza hasta caer al suelo, lo cual es celebrado con gran algarabía... Las parrandas, más famosas que llenaron toda una época fueron:

En La Vega: José María Rodríguez, Eduardo Rodríguez, Tomasito Rodríguez, Eduardo Hernández, Luisito Rodríguez, Tomás Rodríguez “Cuchillo”, Luis Lovera, Heliodoro Gómez, Baudilio Méndez, Pilar Piñango, Dominga y Emiliana Sifontes, Zoa Hernández, Luciana Hernández de Ojeda, Blascina Pereira, Catalina Hernández, María Scott, Federico Palacios “Pata e Mono”, Maximina e Irene Méndez, José Cisneros y Rafaela Ojeda.

En Tun-Tun: Sabino, Jesús y Rafael Navas, Ricardo Barrios, Martínez Aguilar, Blas Castillo, Manuel Monsalve, Julio Bolívar, Julian Naguanagua, Cirilo Correa, Pastor Velásquez, Santos Echenique, Luis Nava, Ernestina González, Isabel Mondragón, María Bolívar, Hermanas Bolívar, Julia Villegas, Elba Correa, María Díaz, Jacinto “Tico” y Antonio “Toño” Bolívar.

En Pueblo Arriba: Abel Franquiz, Dionisio González, Felipe González, Alfonso González, Erasmo Martínez, Pablo Martínez, Domingo y Víctor Aramburu, Yiyo, Luisa y Ana María Machillanda, Felipa y Modesta Mejias, Francisco Daniel “Maestro Pancho”.

En Las Adjuntas: José Pereira, Hildo y Juan Durán, Antonio y Emilio Gómez, Gabriel y Andrés Vegas, Juan Navarro, Julio Fernández, Juan Bedo Palacios, Hermanas Pereira, Hermanas Gómez, Hermanas Volcán.

Otros Conocidos: Nicolás Espinoza, Domingo y Manuel Martínez “Los Muertos”, Juan Velásquez “Choreto”, Rómulo Planchard, Carmen Rodríguez, Juan Luis Ávila, Lesbia Gómez, Heliana Centeno, Milagros y Liliana Machillanda y muchos que se escapan a la memoria.

En Soapire: Jorge, Tomás, Miguel y Alfonso Sandoval, Francisco Cambera, José Rosario Cisneros, Jesús María y Mercedes Pino, Santiago y Eduardo Rodríguez, Basilio Tovar, Isabel Pérez, Luisa Sandoval, Matilde Ramírez, Sofia Barrios, Antonia Rodríguez, Gregoria Coronel, Milagros Marín, Luisa, Rodolfo, Odalis y Cecilia Pino, Dignoris Sosa, Alejandrina Isturiz, Martha Gutiérrez, Zaida Guzmán, Raiza Osorio, Domingo Tovar, Marycarmen Alfonso, Rosario Guzmán, Omar Acosta, Julio Ramírez, Segundo Marín, Jerónimo Rivas, Encarnación Vielma, Vestalia, Juana e Irene Díaz, Genara Coronel, Leopoldo Muñoz, Sr. Chacoa y así, se seguirán escribiendo la historia de esta tradición con sincretismo popular y religioso.

El viejo San Juan de Soapire... Quiero aprovechar la oportunidad para darles a conocer un material de investigación muy valioso firmado por Carlos Chacoa Arguinzones y otros... Se refiere a los orígenes de la conocida población de SAN JUAN DE SOAPIRE, según acta que reposa en los archivos del Registro Municipal de Caracas, Libro “Tierras”, tomo 4, año 1.730, varios miembros de la Compañía Guipuzcoana, junto con un grupo de esclavos tomaron las tierras de Soapire el 16 de junio de 1.730 con el fin de explotarlas, ya que las mismas eran propias para el cultivo del añil y otras especies, como la yuca que le extraían el almidón y era enviado a España. Las primeras familias los Blandinez, los Romero, los Díaz, los Pedrozas, los Riveros, los Barrios y otros... Se erigieron como fundadores y le pusieron por nombre SAN JUAN DE SOAPIRE... Los predecesores indígenas de estas tierras ya hacían sus actos festivos con tambores y flautas, esas costumbres se modificaron con la llegada de los negros esclavos, así apareció un tambor indú traído de África, bajo este influjo se alegraban y emborrachaban, ese tambor indú da origen al que se toca hoy en día, llamado yinca o tambor redondo... Desde aquellos remotos tiempos pre coloniales se vienen celebrando los tambores de Soapire en honor a San Juan Bautista, donde los amos daban un día libre a los esclavos para celebrar, cantar, bailar, bajo el influjo del rítmico tambor africano... El 23 de junio de 1.960 fue traída por primera vez a Soapire la imagen de San Juan Bautista, donada por el Sr. Carlos Chacoa, viejo dirigente agrario.


 
San juan
Imagen de la Iglesia
data año 1872
San Juan Parrandero
data aproximada año 1876



La Parranda del
San Pedro de Guatire
Visita a Santa Lucía


El 29 de junio es la fiesta homenaje a San Pedro… Esta tradición se fue perdiendo en el transcurrir del tiempo y por cosas de la providencia divina se promueve la visita del San Pedro de Guatire a Santa Lucía gracias a nuestro embajador cultural Alfredo Gil Acosta, oriundo de Guatire, quien contrajo nupcias con una luciteña Olga Berroterán y se identificó totalmente con nuestra idiosincrasia, un buen día se reunió con un círculo de amigos, entre ellos: Rosa Klie de Mirabal, Humberto Zurita, José Herrera, Julio Alcalá Gil, Mirna de Gil y Héctor Ríos “Nino” y programó la primera visita del San Pedro de Guatire a nuestro pueblo de Santa Lucía el 5 de julio de 1980. Se aprovechó de hacer homenaje al Padre Mariano Marianchich quien se habría venido recientemente del hermano pueblo de Guatire y designado párroco de Santa Lucía.

A partir de allí continúa dicha visita el 2º sábado del mes de julio de cada año, lo cual se ha venido cumpliendo religiosamente desde hace 36 años, convirtiéndose así en una nueva tradición del pueblo luciteño.

PERSONAJES DE LA PARRANDA

            MARIA IGNACIA: Es este un personaje de primera relevancia en la coreografía de la parranda... se han tejido sobre ella numerosas versiones, ya sea por la tradición oral o escrita.  Una de las leyendas es la mencionada con anterioridad en donde su presencia obedece a la acción de gracias dadas por María Ignacia por haberle devuelto la salud milagrosamente a su hija Rosa Ignacia, simbolizada por la muñequita de trapo que se va agitando durante la danza, cuando las cotizas de cuero en los pies de los bailadores arremeten con fuerza en el piso terroso al compás del “tómalo Pedro, déjalo Juan”... Otra leyenda se refiere a que María Ignacia no es una esclava, sino una mantuana que fue acusada de infidelidad conyugal y que los esclavos para ridiculizarla disfrazaron a un hombre con faldas largas y el vientre abultado.  Una vez escuchamos a Pico Tovar, diciendo:
“María Ignacia esta preñada
y no es de su marío,
es de aquel negrito, negro
que andaba suelto por el río”
 A finales el presente siglo surge otra versión, considerada la más acertada, se trata de un hombre vestido de mujer que resulta es el esposo de María Ignacia, quien antes de morir le dejó el encargo de cumplir la promesa de bailar todos los años, tal como lo hacía ella, con su muñequita de trapo en las manos...



                          Maria Ignacia compartiendo con señora Lucia Barrios de Àvila y Juan Luis Àvila





LOS TUCUSITOS: También llamados colibríes, están formados por dos niños vestidos de amarillo y rojo, batiendo banderas de idénticos colores.  Surgidos como una apología a los partidos de aquella época “Liberal y Conservador”.  Se dice que al principio era un tucusito de la divisa roja y luego de armarse un gran altercado surgió la solución de dos tucusitos, cada uno con su respectiva bandera (una roja y otra amarilla). 

Un recuerdo muy especial al Embajador de Guatire en Santa Lucía Alfredo Gil Acosta, que descansa en la paz del Señor, a quien se le debe básicamente esta hermosa tradición, la cual ha cumplido sus primeros 36 años (11 de julio de 2015).  Gracias también, al CEAC (Centro de Educación Artística y Cultural) del pueblo de Guatire y a la Comisión Organizadora en el pueblo de Santa Lucía... La cultura hermana y engrandece a los pueblos, que Dios les bendiga, hoy, mañana y siempre.  


El Cronista
Maria Ignacia al Centro
Rodeada por los Tucusitos



San Pedro a la salida del Templo


El Joropo Tuyero


La Alcaldía y Concejo Municipal del Municipio Paz Castillo decretó (en 1.997) el día 09 de diciembre de cada año como DIA DEL JOROPO TUYERO, el cual se viene celebrando dentro del marco de las Fiestas Patronales en honor a Santa Lucía V. y M., tradicionalmente se hace presente ante su pueblo el locutor, promotor y cultor de música tuyera, nuestro buen amigo César Leal Aguilera (nacido en el sector CLORIPON, pueblo abajo de Santa Lucía), como invitado y animador especial.


Apreciados lectores, en amena conversación con el buen amigo Julio “Julito” Serrano, hijo de Julio Ramírez García y María Adelina Serrano, unió su vida matrimonial con la Sra. Ubensia Martínez, hoy de Serrano, han procreado tres hijos: Julio Rafael, Julio Ángel y Julio Guillermo, de profesión barbero, siendo su hobby la colección de antigüedades, cultor del folklore popular, admira la pintura y la poesía y siente una atracción especialísima por el cultivo del arte musical del ARPA TUYERA. Con un hablar pausado, seguro y lleno de sabiduría, nos encontramos ante un ser humano humilde y sencillo, nos habló una fuente humana, el llamado patrimonio cultural viviente... Con sus reminiscencias del ayer y la seguridad del dominio de ese arte popular nos explica una serie de elementos que conforman una pléyade de formas interesantes y llamativas.

EL ARPA

Es un instrumento musical traído de la Madre Patria, España hasta la América. El criollo la construye con un tronco de árbol llamado “lano” o con “la camaza”, parecido a la tapara, más adelante la fue perfeccionando; para las cuerdas, utilizaba el cuero de venado para los sonidos graves y con las vísceras (tripas) del puerco espín fabricaba las cuerdas para los sonidos agudos. Luego va evolucionado, la caja de resonancia la construye con madera, la cual moldeaba de acuerdo a la forma que deseaba. El arpa consta de una caja en la parte inferior, la palomilla forma el arco, de allí arranca una forma de ese (curva), la cual empalma con el bastón, que proviene de la caja inferior, las cuerdas en número de 33, cada cual tiene una clavija fabricada con clavos metálicos para afirmarlas de acuerdo al sonido deseado. El toque de arpa se enraizó en los estados Aragua, Miranda, Carabobo y Distrito Federal, de allí el nombre de MUSICA CENTRAL, la muestra específicamente, por ser de la región Valles del Tuy se especifica como ARPA TUYERA, se diferencia del arpa apureña o llanera, básicamente por el tipo de cuerdas, éstas son de nylón y su construcción más angosta. El ritmo, también es diferente. 







LOS ARPISTAS.

Recuerda para los años 1.935 al 55 a los arpistas Ricardo La Torre, Ricardo Belisario y el popular “Bachito”, época de las haciendas famosas, bajos el gobierno del General Juan Vicente Gómez hasta el General Marcos Pérez Jiménez. Un recuerdo muy especial a nuestro amigo Pablo Mejias quien es ejecutante y además fabricante de este bello instrumento musical, comparte este talento con el oficio de barbero. 









LOS CANTANTES. 

En cuanto a “los cantantes” se recuerda a Augusto Mota, Quintín Duarte (de Barlovento), Julio Ramírez Guía (de Siquire), padre de “Julito” Serrano, Ramón Pereira (q.e.p.d.) de Santa Rita, Magdaleno Capote (de Siquire), Juan Espinoza (q.e.p.d.) de Santa Rita y Magdaleno Bermúdez (de Siquire). Jorge Félix Ramos “El Perico II” (Las adjuntas), Juan Abilio Volcán (La Pavera). 

EL BAILE. 

Para efectuar los bailes se acostumbraba apisonar (aplanar) bien el piso, agregándole ceniza con baba de tuna o guácimo para que no se levantara tanto polvo y el bailador se desplaza mejor. Preparaban la iluminación con lámparas de kerosene, con su mecha de trapo, a veces se utilizaba un pote llamado “mucurita”, como también las lámparas de carburo. 

ORIGEN DE LOS BAILES 

Estos surgen por diversos motivos, como: celebración de cumpleaños, amistosos, comerciales, de épocas... Se recuerdan los famosos “Bailes Mazamorreros”, los cuales se realizaban en el tiempo de los jojotos (maíz tierno), durante el mes de agosto. Esa era una tradición, donde se invitaba a los amigos de las comunidades a comer “mazamorra” y celebrar con baile de joropo, lamentablemente esa bella costumbre se ha perdido... Otra que se recuerda en las zonas de Turgüa y Mariches era el “Baile de Culminación de la Cosecha de Café”, para esa celebración los hacendados invitaban a través del mayordomo (1er encargado) y el caporal (2do encargado), a toda la peonada (recolectores) para despedirlos hasta la nueva cosecha, agasajándolos con un “baile de arpa”. En el joropo comercial, al comenzar el baile una dama coloca una cinta al “joropero” en la camisa, señal de haber cancelado “el derecho al baile”... Antiguamente la tarifa era de Bs. 1,00, la cual ha ido variando paulatinamente hasta llegar al costo de Bs. 1.000,00 ó Bs. 1.500,00. Al finalizar el baile a la mañana del día siguiente “el cantador” le dice “al arpista”: Échale la colcha al arpa que ya nos vamos! La colcha es una tela estampada que hacía de camisa al arpa para protegerla. El responsable de transportar el arpa era “el cantador” o en su lugar una animal de carga, como un burro o alguna persona que tuviera el agrado de llevarla... Recordamos, con mucho cariño a Casimiro (q.e.p.d.), le cargó el arpa a Pablo Mejías, Termo Muñoz, Virgilio Aponte, Castor Noria (el popular Portugués). 

LOS BAILADORES. 

Aquí rememoramos tanto a bailadores “joroperos”, como a promotores, entre ellos a Felipe González (antiguo dueño del Bar La Cabaña, frente al estadium Las Tullerías), Zoa Hernández (de La Vega), Cruz Reverón (del Hormiguero), Abel Franquíz (en el pueblo arriba), César Leal Aguilera (en Cloripón, pueblo abajo). Este último, famoso promotor a nivel de la Emisora Radio Valles del Tuy, en la tierra del Patrono San Diego de Alcalá, nuestra hermana población de Ocumare del Tuy. También recordamos con mucho aprecio al Sr. Dionisio Tovar y a nuestro interlocutor Julito Serrano, éste comenzó tocando el cuatro y luego incursionó en el arpa, hasta nuestros días, aunque de cuando en cuando le gusta zapatear un sabroso joropo tuyero. Con el ánimo de ofrecerles una mayor ilustración les transmito un extracto de la publicación de la Fundación Bigott, serie “Tradiciones Populares de los Estados” p. 45–46, Caracas, 1996. Nos dice: “Una expresión tradicional está conformada por el Joropo Central, conocido, como Mirandino, se ejecuta con arpa, maracas y “buche” (cantante)... Los arpistas mirandinos suelen ejecutar una forma musical denominada revuelta que consta de tres secciones: una expresión (denominada pasaje); una sección intermedia de desarrollo yaguaso (pato) y guabina (pez) y una coda (marisela)... Las dos primeras secciones son instrumentales (arpa y maracas), la coda, en cambio puede ser cantada. En el “Joropo Central” también escuchamos pasajes, donde interviene el cantador (cantante) con temas alusivos a la naturaleza, como animales, paisajes, etc. No es propio de esta zona el canto recio que caracteriza a los llanos; en el baile se observa una mayor suavidad, acorde con la sonoridad del arpa. En la época de las haciendas de café y cacao en la zona se tocaban golpes, mientras en Aragua era propio el pasaje. Algunos identifican el Joropo Central como tuyero, seguramente porque fue en el Tuy donde alcanzó mayor vitalidad. Por otra parte, mi admirado amigo “El Poeta del Pueblo”, José Cisneros nos dice: “nuestra gente es de gustos sencillos, amantes del Joropo Tuyero, paisanos de varios cantores de este difícil canto popular, nuestra arpa es bordona y la acompañamos con el cantante y las maracas, no se toca igual en ninguna otra parte... En cada casa se arma un joropo, a todos encanta, aunque el pueblo se divide ahora entre joroperos y minitequeros (léase amantes de las minitecas)”.
El Cronista



LAS FIESTAS PATRONALES EN HONOR A SANTA LUCÍA VIRGEN Y MÁRTIR

Las fiestas en homenaje a la virgen siracusana se realizan desde tiempos inmemorables alrededor del 13 de diciembre (día central), donde se conmemora su desaparición física de este mundo terrenal.  Estas festividades pueden dividirse en: popular y religiosa.

EN LA PARTE RELIGIOSA.  Se hacen notar dos aspectos básicos, uno de preparación que suele llamarse NOVENARIO y otros de RITO PRINCIPAL, como lo son, la MISA CONCELEBRADA y PROCESIÓN DE LA PATRONA.  Hoy en día al período preparatorio se le ha agregado LA VISITA DE LA PATRONA A LAS DIVERSAS COMUNIDADES, hasta con un mes de anticipación, donde las comunidades le organizan cantos, bailes, manifestaciones folklóricas y oraciones en su homenaje.
El día principal, en la mañana se realizan salva de cohetes, repique de campanas y paseo orquestal por las principales calles del pueblo.

A media mañana (10:00a.m.) se efectúa la MISA CONCELEBRADA, presidida por el Padre Obispo de la Diócesis, el Párroco del Pueblo, acompañados por los Párrocos invitados de los pueblos circunvecinos.

En la noche (7:00p.m.) se realiza LA PROCESIÓN DE LA PATRONA, por las principales calles, bendiciendo a su paso a todos los pobladores.

Al culminar la procesión se acostumbra tradicionalmente UN DESPLIEGUE DE FUEGOS ARTIFICIALES, AL HACER SU ENTRADA AL TEMPLO, la orquesta invitada interpreta el himno sentimental “SANTA LUCÍA HERMOSA”, autor Jesús Ramón Morales, las personas presentes le acompañan con sus voces, al final le lanzan flores aplausos de despedida hasta el nuevo año.
EN LA PARTE POPULAR.  El 1° de Diciembre se acostumbra EL REPARTO DE PROGRAMAS, con paseo cívico y acompañamiento orquestal... Luego en los demás días se alternan celebraciones con encuentros deportivos (de béisbol en el estadio de Las Tullerías ó de voleibol, basket y otros en la cancha Mary Rodríguez).  Se elige a la REINA DE LAS FIESTAS, también se organizan toros coleados y antiguamente JUEGOS TRADICIONALES (como carreras de saco, huevo en cucharilla, cochino y palo ensebado, carreras de gatos y perros, piñatas y para usted de contar).  Organizaban juegos de azar, alrededor y dentro de la Plaza Bolívar, eran famosos los juegos de ruleta, de animales, de estrellas, de dados, el bingo y tantos otros.  Venían grandes y conocidas orquestas, como Sans Souci, Los Melódicos, Billos, Porfi Jiménez, Luis Alfonso Larrain, La Grande, Los Guancheros (conjunto criollo), Víctor   Morillo (folklorista).  Todo esto pertenece a la historia pasada, hoy sólo quedan los toros coleados, algunos encuentros deportivos, elección de la reina patronal y el despliegue de algunas orquestas para el día principal, muchos kioscos cerveceros y la Feria de Juegos Mecánicos, (mecedores, rueda de la fortuna, caballitos o carros chocones).

No sería bueno hacernos una crítica constructiva y rescatar los juegos tradicionales, promover la venta se artesanía, organizar una ruta turística, rescatar nuestros valores culturales, folklóricos, nuestra identidad como pueblo, todo depende SI REALMENTE LO QUEREMOS...? ¿Cuál es tú respuesta amigo lector?













La Gastronomía Criolla

Se entiende por gastronomía a la ciencia que se encarga del estudio de la comida y dulcería de un país, región o pueblo... Es de suma importancia porque de esta manera también se pueden conocer otros elementos que conforman la identidad, las raíces de una región o nivel local.  Es de hacer notar, que así como se han perdido muchas tradiciones folklóricas, de la misma manera se pierde el arte culinario, más que todo debido al proceso de transculturización y el fenómeno producido en muchos casos por los medios de comunicación, donde se le da mucha importancia a las cosas que vienen de afuera, restándole poca importancia a lo nuestro.  Es en ese sentido que la crisis social, constituida por el desenvolvimiento de la familia contribuye grandemente a que se aligere ese proceso de la pérdida de la identidad, a ese nivel como en el folklore popular se requiere un rescate del arte culinario, de la comida y dulcería criolla que constituyen parte de nuestras raíces como pueblo; y debe transmitirse de madres a hijas, de una familia a otra, de una generación a otra.
            
Es por ello que en nuestro pueblo, desde tiempos inmemorables se recuerda el cultivo de ese noble arte... Existieron no sólo familias sino también posadas y/o restaurantes donde hacían excelentes muestras de gastronomía criolla.
            
Recordemos el restaurante de Antonio Blanco, hermano de Carmelo (q.e.p.d.), “el primo” de tanto luciteños.  Ellos vinieron de la querida población de Guatire, famoso por su carne esmechada y el pabellón con barandas (este consiste en una porción de caraotas, arroz, carne esmechada y tajadas de plátano frito alrededor).  También se recuerda la carne guisada con papas y el sabroso cochino (cerdo) frito.  Funcionó en un local paralelo a la CANTV, calle Sucre al lado de la familia de Celsa Rengifo.  Otra posada muy concurrida fue el de la Sra. Julia Durán, por la calle El Viento, lugar para disfrute y el degustar de sabrosos platos y una agradable conversación.

También se conocieron otros establecimientos llamados bodegas donde se expendían totumas llenas de frito (vísceras de res o cerdo fritas) acompañadas con hallaquitas, se hace obligado recordar a Miguel Ruíz en la calle Sucre, entre 1era y 2da transversal ... A Don Pedro Beltrán (q.e.p.d.) allí también vendían otros elementos gastronómicos como las partes básicas de la hallaca, hojas de plátano, manteca de cochino, las latas para sancocharlas.
            
También han existido hombres destacados por su arte culinario, como Luis Felipe Cisneros “Cucaracha” especializado en la preparación del Tere Tere (aliñar con pimentón, ají dulce, ajo, todo bien rallado o pisado en mortero) las vísceras de res o de cerdo, como hígado, pulmones, riñones, lengua para luego guisarlas en sabrosa salsa dentro de un gran caldero, década de 1970 lo cual despide un incomparable aroma y mejor degustación.
            
Otro conocido preparador culinario fue Aníbal Cardozo (padre) en su taller mecánico ubicado diagonal a la CANTV, década de 1.950 se reunían muchos personajes para degustar un sabroso  “Sancocho  de
Picatierra” (léase gallina).
           
Refiriéndome a las familias destacadas por su arte culinario, voy a referirme a la FAMILIA MACHILLANDA, se destacaron por las comidas y dulces... Son ellas las Sras. Luisa Machillanda (q.e.p.d.) y Ana Luisa Machillanda de Castillo... Quien no se ha extasiado con sus hallacas, sus dulces criollos, como: el pan de horno (manjar preparado con maíz cariaco y horneado), la mazamorra hecha con jojoto tierno y el Juan sabroso (con coco y piña).
            
Vamos a rememorar a la FAMILIA CASTILLO y su pilar culinario Sra. Adelina Castillo, con sus inconfundibles buñuelos de yuca, salpicados con azúcar, sus extraordinarias tortas de harina de venta en el negocio de Peruchito Castillo, al comienzo de la Avenida 24 de Julio... Su hija Adolfa, conocida educadora, heredó ese sabor gastronómico plasmado en sabrosos platos, como el arroz chino (insuperable), el arroz paella y el pastel de atún.
            
No puedo olvidarme de “mi maestra de siempre”, Enma Morales (q.e.p.d.) quien preparaba exquisitos bollos y hallacas y en dulcería criolla se destacan los cascos de limón, cuya preparación pasó por tradición de su madre Petra Torres (q.e.p.d.), matrona de bella gente como Enma, Trina, Carlos, Luisa y Alicia.  Es obligado mencionar la famosa jalea de mango, arreglada con capas de varios colores.  En cuanto al dulce de limón se debe hacer notar, que para su preparación se requería un proceso especial, lo cual es un secreto de familia, se cree necesario un caldero especial de cobre y no debe hacer contacto con otros metales, se utiliza cucharas de madera para revolver,.  Esto daba por resultado un dulce exquisito, sin el mayor asomo de amargo.
            
No puedo finalizar sin recordar el majarete y conserva de coco, preparados por Clorinda Barrios, de una gran estirpe de músicos luciteños. Como también, el jugo de tamarindo y el carato, embotellados con tapas de hoja de naranja ¿Quién lo recuerda?  En el negocio de “Camaquito” en El Jabillo, entrada sur del pueblo y en el Bar El Luciteño de Abel Franquíz, donde se encuentra hoy día la panadería Flor de Santa Lucía, de la familia del Sr. Leonardo de Freites, frente a la Plaza Bolívar, parte norte.

            
Otras remembranzas nos memorizan las arepitas dulces de la Sra. Ana Bolívar, calle Sucre y de Doña Carmen Barrios, cerca de El Sifón. Las pelotas (preparado con maíz cariaco, envueltas en hojas de cambur) y el carato elaborado por las hermanas Juana y Pola González (la primera extinta esposa de mi amigo Edgar Pereira). Es de obligada memoria recordar el arte culinario de la Sra. Zoila de Ibarra, quien tuvo junto a su esposo Julio Ibarra un restaurante en la calle El Viento; y la Sra. Claudina de Ponte, con sus sabrosos dulces de lechosa, toronja y otras exquisiteces. 




















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